
Marina, sesión de bebés
Marina, un mes de vida
Hoy me gustaría compartir con vosotros una sesión de bebés, la de Marina. Un día muy especial no sólo por la fotos resultantes sino por la amabilidad y el buen ambiente que había en la casa. Los padres de Marina vieron las fotos de estudio de Maxime y quedaron enamorados. Les fui contando como es mi manera de trabajar, sin horas, sin prisas y siempre con luz natural. La verdad es que en estas sesiones de bebés me resulta muy cómodo disparar con luz natural.
Llegué a la casa y busqué la habitación en la que entrara más luz, fue fácil ya que estábamos en un piso muy alto con una vistas alucinantes de Madrid. Colocamos a Marina en su silla preferida y se durmió. Un momento perfecto para tirarle las primeras fotos. Cómo buen recién nacido se quedaba muy tranquila en brazos de su madre y de su padre. La sesión la dirijo hacia los lugares en los que me gusta más la luz, pero dejo que los protagonistas sean ellos. No intervengo, es mi estilo. Captar lo que veo y siento. Una luz maravillosa, unos padres felices con su bebé recién nacido y yo con mi cámara. ¡No podía pedir más!. Uniendo todas esas variables conseguí sacar las fotos que tenía en mente, dando cómo resultado una sesión de bebés realmente espectacular. Estos momentos mágicos en los que sólo veo a través de mi cámara hacen que me enamore cada vez más de mi profesión. Yo le llamo la comunión con mi cámara y la realidad.
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